¡Quién teme a las Matemáticas!

By | 17:29 Deja tu Comentario
Os voy a contar algo que me pasó ayer y de lo que he aprendido mucho. A mi hijo Alejandro le dio por hacer un test de inteligencia, a sus quince años supongo que toca ponerse a prueba  y ver dónde están los límites. Una vez finalizado vino corriendo a buscarme, no para contarme su resultado sino para pedirme que lo hiciera yo.  Muy considerado: mamá tú tómate tu tiempo, si dudas, pues pasas a la otra pregunta y luego puedes volver… Ahí me dejó. Lo terminé. Alejandro que estaba que no me quitaba ojo se acercó corriendo para calcular mi coeficiente intelectual. Sorprendido con mi resultado me dice, “pues yo he sacado, no sé cuánto más”, “…. Pero a ver mamá, dime cómo has  llegado en estos dos ejercicios a este resultado”, me preguntó con curiosidad. Me pongo a explicárselo contenta de que se sintiese orgulloso de mi pero por otro lado sin entender para qué quería saberlo si él había hecho lo mismo, cuando  levanto la cabeza y veo que me mira como las  vacas al tren. Sorprendida le pregunto, ¿qué te resulta raro, cómo lo has hecho tú cariño?. Su explicación fue para mí tan surrealista  como retorcida. Vamos, que no puedo ni recordarla.
Ahí me quedé, pensativa, imaginando que cada mente es un mundo y que su lógica no tiene nada que ver con la mía.
Esta mañana mientras desayunaba, comentaban en las noticias  la propuesta de un partido político para modificar el IVA y estaban haciendo un ejercicio con un ama de casa por la calle para ver si en su compra se ahorraba dinero o no. En la pantalla aparecía la lista de los alimentos que había comprado la señora  y varios porcentajes de IVA distintos, los que tenemos ahora y lo mismo con la propuesta de cambio. Al mirar la imagen, y sin hacer números, yo sabía cuál era más económica. En ese momento me he dado cuenta de que para mí las Matemáticas son un dibujo. Se me dan fatal y las resuelvo si las interpreto.
Recordé la  lógica de Alejandro y caí en la cuenta de que la suya sí es matemática. Al final los dos llegamos al mismo resultado, pero de forma distinta.
Esta anécdota me ha hecho pensar que la mente es maravillosa, que cada uno interpretamos la información con las herramientas que hemos desarrollado y que a pesar de ello podemos llegar a conseguir el mismo objetivo de distinta forma. Ese hecho me inunda con una sensación de libertad que me resulta muy reconfortante y considero que en el colegio estaría genial que se fijasen en este tipo de detalles, porque recibirían información valiosa sobre las habilidades de cada alumno y podrían ayudarles a sacar el mejor partido posible.

Hoy me he venido a arriba, y aunque siempre digo que soy de Letras 100%, hoy he perdido un poco el miedo a las Mates gracias a mi hijo. 

0 comentarios:

Publicar un comentario